Se detecta al realizar un examen oftalmológico completo que incluye prueba de agudeza visual y dilatación pupilar, además existen otros exámenes complementarios para un mejor diagnóstico como lo son la Tomografía de coherencia óptica de mácula y la angiografía ocular que ayudan al diagnóstico.

Cuando existe daño en la región macular existen varias opciones de tratamiento, entre las que incluyen inyectar un medicamento intraocular. Sirve para controlar los vasos sanguineos que crecen de manera incorrecta y controlar el líquido y la inflamación que existe en la mácula.

También es posible tratarlo con fotocoagulación laser, a esto se le llama tratamiento focal con láser, en la que se realiza varias quemaduras pequeñas en las zonas de goteo de líquido.

Dependiendo del caso, se puede usar una o la otra y también es posible combinar ambas técnicas. Además, para poder controlar la inflamación en la mácula es posible que reciba varias inyecciones con diferencia de un mes cada una.

Es posible que después de dejar de aplicar las inyecciones el edema macular regrese después de varios meses, por lo que su oftalmólogo debe decidir cuál es mejor esquema de aplicación de inyecciones intraoculares para usted.

No, todos los tratamientos que se le ofrecen son para que ya no avance la pérdida de la visión. Es bien sabido que realizar estos procedimientos se reduce la pérdida de la visión. Aunque estos tratamientos tienen buenas tasas de éxito, no cura la retinopatía diabética.